jueves, 14 de enero de 2010

La Despedida


Guardapolvo blanco

con manchas de aquel invento,

botones que no quisieron

quedarse quietos

y se desprendieron.

Sueños en el arenero

las cursivas y el renglón tachado,

sumas, restas, divisiones y

esas tablas que tanto habré estudiado.

Recreos con estampidas

de sogas y de bolitas,

la fila en la galería

y los gritos de alegría.

Cuanto quisiera volver

a sentir esa mano dulce

que a mi pelo acariciaba

cuando la angustia brotaba.

Quisiera no irme nunca

y así continuar viviendo

sueños de niños y risas

de libros y papel de diario.

Les doy gracias por su tiempo

por la fuerza que me dan

esas palabras de aliento

que me hacen caminar.

Mi corazón hoy llora

y caen lágrimas de sal,

a Dios le pido

que las proteja y las bendiga

hasta la eternidad a mis queridas

Maestras !!!

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