domingo, 13 de mayo de 2012

El Mate


El mate es lo contrario de la televisión: te hace conversar si estas con alguien, y te hace pensar cuando estas solo.
Cuando llega alguien a tu casa, la primera frase es "hola" y la segunda "¿unos mates?".
Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres.
Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros.
Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los Adolescentes mientras estudian.
Es lo único que comparten los padres y los hijos, sin echarse en cara.
Peronistas y radicales ceban mates sin preguntar. En verano y en invierno
Es lo único en que lo parecemos las victimas y los verdugos, los buenos y los malos.
Cuando tenés un hijo le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucho azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esqueruncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, terere, con cascara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.
Cuando conoces a alguien por primera ves te tomas unos mates, la gente pregunta cuando no hay confianza:"¿DULCE O AMARGO?", el otro responde:"COMO TOMES VOS".
Los teclados de argentina están llenos de yerba
La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre, con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas, y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.
Este es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.
Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, SOLOS. No es casualidad, no es porque si.
El día que un chico pone la pava en el fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O esta muerto de miedo, o esta muerto de amor o algo: pero no es un día cualquiera.
Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez mate solo. Por dentro hay revoluciones.
El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...
Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena, la charla, no el mate.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablas mientras el otro toma y es la sinceridad para decir:"¡BASTA!", cambia la yerba.
Es el compañerismo hecho momento
Es la sensibilidad del agua hirviendo
Es el cariño para preguntar estúpidamente,"¿esta caliente, no?"
Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir "GRACIAS" al menos una vez al día
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.