domingo, 8 de mayo de 2011

El Barco

Hace ya muchos años, un hombre fue contratado en un puerto para pintar una barca. Llevó hasta la dársena con él, pintura y brochas, y comenzó a pintar la barca de un rojo brillante, tal y como había convenido con el dueño.

Mientras hacía su trabajo, se dio cuenta de que la pintura estaba traspasando el fondo de la barca y mojando el suelo de la dársena. Al fijarse con más atención, detectó un orificio en el casco y decidió repararlo.

Cuanto terminó la labor por la que había sido contratado, percibió su dinero y se fue. Pero cuál fue sorpresa cuando al día siguiente el propietario de la barca lo fue a buscar y le pidió que aceptara un nuevo cheque.

–¡Pero usted ya me pagó lo que convinimos por la pintura del barco! –exclamó sorprendido el trabajador.

–Mi querido amigo, usted no comprende –le respondió el patrón–. Cuando le pedí que pintara mi barca, se me olvidó hablarle del orificio que tenía en su casco. Tampoco se lo había dicho a mis hijos, quienes, al ver la barca ya pintada y seca, salieron de pesca cuando yo estaba ausente. No se imagina la angustia que sentí cuando volví y me di cuenta de que se la habían llevado. Pensé que podría hundirse en alta mar y hacerlos naufragar. Al verlos regresar sanos y salvos, examiné la barca y deduje que, sin que yo se lo pidiera ni le hubiera pagado por ello, usted había decidido perder parte de su precioso tiempo en reparar el agujero. ¡Su pequeña buena acción ha salvado la vida de los dos seres que más quiero! ¡No hay dinero en el mundo que pueda pagar su generosidad!

No te limites a hacer lo que esperan de ti. No importa para quién, cuándo ni cómo... da siempre lo mejor que llevas dentro.




No hay amor más grande


Hay un ser que lo da todo sin esperar nada,

Que aún fatigada se desvela por cuidarte,

Que atesora cada minuto de tu existencia,

Que comparte tus sueños y ríe con tu risa.

Un ser, que sin dudar, te extiende sus manos

Para ayudarte en cualquier momento,

Que aunque no siempre esté contigo de acuerdo

Te da su apoyo incondicional y te comprende.

Una mujer que se consagra sus días para guiarte,

Que es capaz de entregar su vida por ti,

Un ángel divino que nos cubre con su amor

Cuando la tristeza nos embarga por alguna razón.

Una mujer valiente, una mujer luchadora,

De corazón claro como agua de fuente,

Alguien, que con sólo un beso en la frente

Perdona nuestras ofensas y errores.

Un ser que siendo joven tiene enorme sabiduría

Y siendo anciana cuenta con la fortaleza de su alma,

Una mujer sensible, una mujer admirable,

Tierna y serena, tiene la belleza de la luna llena.

Quienes contamos todavía con su presencia

Démosle gracias al cielo por esta gran dicha,

Si tu madre ya no se encuentra a tu lado,

Honra su memoria siendo una buena persona.

Ella, lleva la magia de un radiante amanecer

Y en sus cálidos ojos se refleja la bondad

¡No hay en el mundo un amor mas grande,

Como el amor de esta inigualable mujer!


Marielena Rondinel