sábado, 8 de octubre de 2011

Volver Al Futuro

Hacerle preguntas al futuro es una forma desafiante de soñar. Porque en el fondo es hacerse preguntas a uno mismo. Porque no es leer la suerte. Es aventurarse a lo realizable. Tiene el ilusionismo de los castillos de arena, pero también las geométricas estrategias de la resolución. El que le pregunta al futuro, se pregunta “cómo hacerlo”. Nadie piensa en cruzar un río sin buscar el puente. Nadie piensa en surcar los mares sin montarse al barco.

Nadie alcanza esas costas imaginarias sin dilucidar el laberinto íntimo, el algebra personal, el sueño recurrente que pide más, la contraseña de los deseos tan temidos. Y en esas disquisiciones intangibles, en ese cuestionario inmaterial al aire, en ese arrimarse a los oráculos, irrumpe sigilosa la lucidez. Se hace borrosa la línea prefigurada del tiempo, y sucede que mañana, es ahora. En el instante en que mueva la próxima pieza, el futuro habrá empezado. Ese futuro que empieza todo el tiempo, que siempre empieza ahora.

Cristina Pérez

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